Camino Aragonés. Reflexión

Reflexiones tras el Camino Aragonés:

Somport, el "Summus Portus" de los antiguos romanos, el que daba daba paso a los frondosos valles de la Jacetania es el inicio del Camino Aragonés, nuestra nueva experiencia peregrina.
La dureza del Camino no sólo se ve reflejada en la distancia media en que transcurren sus etapas, sino también entre los pocos peregrinos que se atreven a hacerle. 
La media es alta, 30 kilómetros, las etapas son duras, entre constantes sube-baja por montañas, las cuales ponen a prueba al más experimentado de los peregrinos, hay que ir preparados tanto física como psiquicamente para la dureza del terreno.
La dureza no sólo se percibe en los kilómetros sino en el paisaje y en paisanaje, el apenas inexistente en su vertiente oscense, hay que estar preparados pues desde Jaca hasta Sangüesa no hay farmacias, ni médicos, los finales de etapa se marcan en pueblos semiabandonados o desahuciados por la construcción del embalse de Yesa, el cual es el verdadero cáncer de este Camino. La construcción de este embalse ha desviado el Camino a la montaña y ni el propio gobierno Aragonés sabe por donde reconducirlo.
"YESA NO", ese es el eslogan con que nos recibió Artieda, y el causante de la muerte de Ruesca. "Yesa NO", por supuesto.
Decía Labordeta en una canción que "somos comos aquellos viejos árboles que cubren contra el viento la sombra del hogar, hemos perdido compañeros paisajes y esperanzas en duro batallar, vamos a echar con las palabras de los labios gigantes para poder andar". Eso es lo que queremos nosotros que nos dejen transitar por donde iba originalmente el Camino, el cual ya se haya seriamente desviado de su recorrido original por Aeropuertos, bares, carreteras y demás historias.
Si sobramos que nos lo digan, y que Aragon se deje de colgar medallas y de presumir de comunidad jacobea, que devuelva el dinero por mantenerlo y que sufra la sanción de la Unesco por no proteger un bien de la humanidad.
Somos de los últimos que lo vamos tal y como está ahora, somos conscientes de ello, sólo queremos que cuando se tenga que retrazar, la persona encargada tenga en cuenta a los peregrinos y no que sea tan desastroso como es en la actualidad.
Y me afirmo en ello porque:

  • La media de kilómetros esta incrementada, y no existe la posibilidad de acortar ligeramente las etapas, o las haces enteras o haces la mitad.
  • Falta de servicios en las etapas  marcadas oficialmente como finales, son pueblos muy pequeños. La idea es bonita, pero como vayas tocado y necesites una farmacia la has cagado. Y lo peor practicamente no tienes sitios ni donde reponer el aquarius.
  • Falta de infraestructuras en todo el Camino, no sólo en las marcadas como finales, sino en las intermedias, te puedes pasar caminando veinte kilómetros y sólo ver los pueblos desde la montaña y no pasar por ninguno.
  • Mala señalización debido a que ni ellos mismo saben por donde lo van a hacer pasar ahora.
  • Como tengas un problema de salud, parate y llama mejor a una ambulancia, pues desde Jaca hasta Sangüesa no existen medios.
  • Cuidado con las arañas, son peligrosas, y lo digo en primera persona, tres días sin que me viera un médico en un centro de salud, gracias a un peregrino que era médico, si no me algo. En Monreal me entere que el hospital Virgen del Camino están especializados en estas patologías, que alegría y en Huesca....
  • ¿Algún cabeza pensante maño se le pasado por la cabeza poner botiquines en los albergues?, con un antihistaminico, una crema para las picaduras, algo... si están habitual...
  • Sensación de que les sobramos al gobierno aragonés, esa es la sensación que me ha quedado y sobre todo cuando en mi casa he visto por donde iba antes el Camino...
No sé tan sólo son las reflexiones de una peregrina, que se ha sentido defraudada por como han tratado a un Camino de tanta importancia histórica como el Aragonés, sobre todo porque creo que no se lo merece.

http://youtu.be/c__YxuhplHs

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