Subida al Rocigalgo

15 de mayo de 2013

Distancia: 18,46 km
Dificultad:moderada
Desnivel: 771 acumulado
Circular: No, se va y se viene por el mismo sitio
Tiempo: 5 horas 54 minutos
wikihttp://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2783265


Mientras Madrid honraba a su patrón bajo un manto de agua nosotros decidimos festejarlo subiendo uno de nuestros picos malditos, el Rocigalgo.
Techo de Toledo y talón de Aquiles nuestro, siempre que vamos llueve, no falla, y esta vez el motivo era de sobra conocido los del pueblo estaban llevando de romería a San Isidro y seguro que pretendían subirle a la Ramona, y claro el otro no querría y se lió la marimorena, llovió y llovió y volvió a llover, además  fue un día triste porque por la tarde una de las personas que más quería Cuerva nos abandonaba para siempre, el cáncer, el maldito cáncer, se la llevó.
Pero empecemos por el principio.
Nos dirigimos de nuevo al toledano municipio de Los Navalucillos y tras pasar el bello pueblo monteño compramos una rica barra de pan de leña y continuamos por la carretera de Robledo del Buey y pasado el kilómetro 16 nos desviamos dirección al área recreativa de las Becerras.


Aparcamos el coche antes de las cadenas, la del parque no tenía mucha idea de nuevo nosotros disponemos de más información incluso del propio parque de Cabañeros.

El Camino está lleno de charcos por las recientes lluvias


El tomillo lavandero en flor, me encanta el morado que toman de estas negras tierras


Esta nube promete volver a por nosotros


Los Montes de Toledo son especialmente ricos en tipos de jara, este es un ejemplar de jara blanca

Jara pringosa



El Camino hasta la chorrera es una pista foresta al principio lo bueno es ir con los ojos bien abiertos y mirar la riqueza vegetal que nos regala el Parque.
Jose y al fondo el musgo

Orquídea, zapatitos de la virgen,  Cojón de perro

Esta zona tiene la curiosidad de tener un microclima particular y en ella se ven especies vegetales propias de otros climas más fríos.
Un bonito ejemplar de helecho

Creo que es una violeta



Continuamos por la pista embarrada, de momento vamos en solitario


El río Pusa ha erosionado las piedras hasta tallar esta bellas formas.




En este punto en cual empieza "la dificultad" de la subida a la chorrera, se abandona la pista y empieza un tramo de escalera y sube-bajas por piedra


Arroyos en busca del río Pusa


La jara va retrasada, sino el monte estaría blanco....


Zona de Robledal


Nuevo torrente a sortear

Y llegamos a las Chorreras, hasta aquí llegamos en Semana Santa y debido a las lluvias no pudímos avanzar

  
Esta maravilla de Cascada es uno de las mayores cascadas de la zona centro y la más grande de la provincia de Toledo de unos  20  metros de altura








 Jose en la chorrera

Esta soy soy con la chorrera 



Helechos

La parte baja de la chorrera donde se aprecia los helechos

Y tras reponer energías, volvimos al camino, la siguiente parada sería la Chorrera Chica. Las cuarcitas del Camino nos saludaban desde el otro lado del río



Al final nos caerá....


Árbol tronchado por los temporales

Y ahora llevaba el paso más difícil, donde hay que hacer un poco de escalada


Este es el paso más complicado es un 6b+

el agua cristalina del Pusa

Llegamos a la Chorrera Chica




Jose en la Chorrea Chica

Yo en la chorrera Chica


Paso de agua

Tras recrearnos la vista, iniciamos la parte más dura, nuestro objetivo, si el tiempo lo permite El Corocho del Rocigalgo


La senda entre los robles


Vamos cogiendo altura, el agua a nuestros pies



El brezo rosa tiñe Cabañeros




Ya queda menos


El cielo gris, hace presagiar un diluvio, esperemos que nos respete.
En lo alto del cerro cogimos el camino de la izquierda, dirección al corocho, aún queda un poco



Y llegamos a la cima, lloviendo a mares, las vistas nos las imaginamos, valla diluvio que nos ha caído, la cámara se ha empapado, con lo cual no más fotos por hoy


Comimos en la chorrera grande, aún así nos empapamos, nos tomamos un café y un té en Galvez, los cuales nos pusieron una cara de raros... que se le va a hacer.
Toca descansar, y por fin Rocigalgo techado