La Herrería de Compludo, Bosque de Carracedo
Distancia: 12 km
Dificultad: baja
Desnivel: subida 330 m,bajada 330 m
Hoy ponemos rumbo a tierras leonesas y el plan para hoy es visitar las aldeas bercianas con sus impresionantes bosques y la Herrería de Compludo.
Lo primero es situarnos y el pueblo más famoso y cercano es como no mi amado Molinaseca, aunque entonces no lo conocía
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La ruta parte de un cruce de caminos cercano a la aldea de Carracedo de Compludo, el primer tramo es por un camino, única vía de acceso a la aldea de Carracedo de Compludo, por aquel entonces estaba habitado por una familia hippy, no sé si la asociación de pueblos abandonados se habrá acercado por allí y habrán fijado nuevos habitantes.
Los arroyos brotan en primavera, el deshielo aún es visible
Llegamos a la aldea
Nos llamo la atención las reconstrucciones del lugar
Las casas aún guardan la antigua numeración
Restos de la aldea
La verdad es que es una autentica maravilla pasear por sus calles, el tiempo parece detenido en cada esquina
El tiempo aquí no corre a la misma velocidad
El tiempo se olvidó de este rincón de León
Hoy investigando un poco sobre el pueblo he descubierto que tienen una preciosa cascada en las inmediaciones, la cual me sirve de excusa para volver por estas bellas del Bierzo.
También he encontrado este interesante artículo sobre el panadero de Carracedo,
Están reconstruyendo la iglesia
Tomamos el aperitivo que llevábamos en esta bella aldea, este simpático perrillo se hizo amigo nuestro, la verdad es que en la cara se parece a Lasie
Continuamos la ruta y dejamos atrás la aldea, ahora el camino nos lleva por zig-zag, lo mejor, las flores y el paisaje, a parte de la compañía
Los árboles empiezan ha abotonar, la primavera poco a poco va entrando en esta escondida tierra
Las flores poco a poco van floreciendo
Los Ancares al fondo se les ve con nieve
La Herrería de Compludo nuestro siguiente destino se ve a una distancia prudencial
Y continuamos por el bosque mágico,
Los arroyos bajan con agua
Castaños, se nota la presencia romana en la zona
Árbol de castaño, alimento típico de la zona de afamado renombre. Cuanta hambre quitaron a los esclavos romanos...
Creo que son prímulas silvestres
Algún artista local o foráneo se ha dedicado a pintar los castaños aprovechando sus formas naturales y el resultado lejos de resultar un atentado ha resultado una original obra viviente
Llegamos a Compludo, primer núcleo donde se fundó un monasterio que acabo siendo el primero de una larga lista monacal con la que esta tierra fue conocida como la Tebaida Berciana
Cartel que nos explica brevemente la historia del lugar
Creo que es San Fructuoso
Cruz y lápida que nos cuenta más de la zona
Llegamos a la Herrería
Carteles informativos, según tengo entendido actualmente está en un estado tan lamentable que el ayuntamiento ha instado a la Junta a que la restaure
Cartel explicativo de la ruta
Interior de la Herreria
Exteriores de la Herreria
El guardián
El agua continua libre
Continuamos bajando hasta Molinaseca. Molinaseca es de esos pueblos que no anuncia ninguna nacional, pero que no le hace falta ninguna falta porque es de sobra conocida por los peregrinos, la famosa bajada de Molinaseca después de subir hasta Cruz de Ferro, la bajada es de las peores, hay mucha piedra suelta y eso dificulta la bajada, en el año 2.010 tuve la ocasión de comprobarlo en mis propias carnes y nunca mejor dicho en mi propio tobillo, torcedura hasta Santiago.
Pero ahora vamos con lo que estamos, con el final de la ruta
Compartimos entrada con los peregrinos
Arquitectura popular
El famoso puente
Francis y Juani cruzando el puente
Monumento al peregrino
Y esta soy yo, no sabría que cuatro años después llegaría a este pueblo por otra entrada y otra ropa, pero de nuevo con mochila a mis espaldas y las piernas cansadas
Casa de Molinaseca
Fuente
Cruceiro
Hasta la próxima Molinaseca, en agosto del 2.010 volví a pisar esta tierra berziana tan maravillosa
Y ahora un poco de historia de estas bellas tierras que recorrí un 2 de abril de 2.006
"LAS ALDEAS BERCIANAS Y LA HERRERÍA DE COMPLUDO
Dentro de la enrevesada geografía que delimita las tierras maragatas con la llamada Hoya Berciana duermen, tras siglos de Historia, los pueblos que un día alumbraron el nacimiento del primer monasterio de la España Cristiana: Compludo, Espinoso, Palacios y Carracedo -todos ellos con el apellido de Compludo- formaron el llamado Coto de la Abadía. La fuerte personalidad del Santo Abad Fructuoso, descendiente directo de los reyes godos, y la feliz coincidencia de ser el rico heredero de los terrenos del valle, determinaron la fundación de aquel primer cenobio que sería la primera sarta de un largo rosario monacal que desembocaría en el denso asentamiento de la que fue bautizada Tebaida Berciana. Durante muchos años, más bien muchos siglos, se ha venido especulando con le nombre de Compludo como un topónimo derivado de un primitivo emplazamiento, en el valle, de la ciudad romana de Complega, Compleutica, o Complútica, de que las tres formas aparece en los documentos suscritos por Ptolomeo, Antonio y Ceán Bermudez. Hoy, con el contraste de historiadores de relieve, y sobre todo, con la certeza de que San Fructuoso quiso poner su primera fundación bajo la advocación de los santos niños, Justo y Pastor, nadie duda que el nombre de Compludo era una réplica del lugar en que nacieron estos Santos Martires: Complutum, la ciudad romana que coincide con la actual Alcalá de Henares.
Etimologías aparte, lo que ha existido, existe y esperemos que existirá, es un precioso paisaje de montaña, intrincado y escondido. Se trata de un recorrido circular pasando por dos de estas aldeas -Compludo y Carracedo de Compludo- y que tiene como atractivo final, junto a la confluencia de los ríos Miera y Miruelos, la visita a la singular Herrería de Compludo, sucesora del antiguo monasterio.
Compludo es una aldea prácticamente deshabitada que tiene como encanto su arquitectura, su río, donde parece que el paso del tiempo se ha detenido en esta aldea, donde la civilización todavía no ha conseguido llegar y donde si cierras los ojos la mente se traslada a la época en que todavía estaba habitada y se ve a las mujeres lavando en el río, el molino funcionando, los hombres en el campo cultivando la tierra.... actualmente solo vive una familia de hippies.
Explotada todavía hoy en día, la herrería cimienta su originalidad en el ingenioso y rudimentario sistema de aprovechamiento hidráulico para las diversas de la forja. La rústica construcción de mampostería canaliza las aguas fluviales (que son reguladas por el operario mediante un sistema de compuertas) paralelamente al espacio donde se realiza la actividad. Por un lado la fuerza de las aguas provoca una corriente de aire por efecto Venturi en la trompa, avivando el fuego de la fragua. Por otro lado, aguas abajo del canal, un rodezno de aspas impulsadas por el agua gira alrededor de un eje de levas conjuntamente con una gran viga de nogal con fuerte y poderoso dentado en su externo. Esta viga hace de palanca para el largo martillo pilón que golpea rítmicamente sobre el yunque donde se trabaja el material, todo ello a la velocidad deseada según la regulación del caudal de aguas. Estas se utilizan también a través de rústicas conducciones, para lubricar y refrigerar el mecanismo impulsor"Fuente guía que nos dio Arawak
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